Nuestro mundo.....
Nos
hablamos incesantemente a nosotros mismos acerca de nuestro mundo. De hecho,
mantenemos nuestro mundo con nuestro diálogo interno. Y cuando dejamos de
hablarnos sobre nosotros mismos y nuestro mundo, el mundo es siempre como
debería ser. Con nuestro diálogo interno lo renovamos, lo encendemos de vida,
lo sostenemos. No sólo eso, sino que también escogemos nuestros caminos al
hablarnos a nosotros mismos. De ahí que repitamos las mismas elecciones una y
otra vez hasta el día en que morimos, porque continuamos repitiendo el mismo
diálogo interno una y otra vez hasta el preciso momento de la muerte. Un
guerrero es consciente de ello y lucha por detener su diálogo interno.
Las
cosas que la gente hace no pueden, bajo ninguna condición, ser más importantes
que el mundo. De modo que un guerrero trata el mundo como un misterio
interminable, y lo que la gente hace, como un desatino sin fin.
Carlos Castaneda.Una realidad aparte.